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Es habitual que no pensemos en un cambio de lunas en Sevilla cuando hacemos referencia al mantenimiento de nuestro coche. Lo habitual es tener en cuenta el motor, las ruedas y otros elementos propios de la mecánica. Realizar un mantenimiento de todas las partes del vehículo evitará males mayores.

Los profesionales de Tintacar destacan que la luna de nuestro coche es una de las partes imprescindibles para la circulación. Nos permite visualizar la carretera y protegernos de los elementos externos, dándonos una mayor seguridad y permitiendo conducir de forma cómoda. Pero, ¿cuándo debemos llevar a cabo un cambio de lunas? Un coche bien cuidado puede que quizá no necesite que se realice esta sustitución a lo largo de su vida útil. Esta parte no necesita ser sustituida cada cierto número de kilómetros como con la correa de distribución, el aceite o la batería.

Sin embargo, cuando contamos con el más mínimo impacto debemos de estar atentos para evitar que se produzca una gran fisura que nos obliga a sustituir la luna del coche. En este momento será cuando habrá que realizar la evaluación de un profesor para conocer si la rotura puede solucionarse o por el contrario debemos de colocar una nueva luna.

Los deterioros más comunes que tienen lugar en esta parte de nuestro coche son:

  • Cuando circulamos por autovías o carreteras podemos sufrir impactos de piedras proyectadas por los neumáticos. Esto puede quedar en un simple golpe o generar una fractura en la luna. Normalmente suelen tener reparación siempre que se actúe con rapidez.
  • Luna rajada. En ocasiones el impacto es tan fuerte que acaba siendo una raja que cada vez se hace más grande hasta fracturar por completo todo el cristal. Esto provoca situaciones de alto riesgo al conducir que podrían poner en riesgo tu vida.
  • Luna rayada. El uso de forma continuada del vehículo hace que se generen marcas que con el paso del tiempo podrían dificultar la visión durante la conducción. Sobre todo siendo visibles durante los días de lluvia o cuando el sol incide en determinadas zonas del cristal.
  • Laminado despegado. Cuando los bordes del parabrisas comienzan a despegarse hacen que la humedad acabe adherida a las láminas de la luna, lo cual hace que se provoque un empañamiento.

Para saber si necesitamos un cambio de luna en Sevilla debemos de prestar atención al tamaño del daño que se ha causado. Cuando una fisura no es superior a 16 mm y se encuentra fuera del campo de visión del conducto puede repararse sin necesidad de cambiar la luna. La técnica es el relleno de la rotura mediante adhesivos especializados para que puedas seguir disfrutando de tu coche.